Miércoles 14 de Agosto


Mientras estaba en el trabajo estuve pensando en que no habrá oportunidad de estar con el cadáver de aquella joven de nombre Sofía, pues ya mañana será cremada y junto con ella, mis posibilidades de volver a disfrutar del placer del cuerpo inmóvil y sin vida de una persona, al menos eso creí hasta que reflexione el hecho de estar en una funeraria, con varios cadáveres allí. Sin embargo yo quería estar con Sofía antes de no volverla a ver, pero en fin, no siempre se pueden realizar todas las cosas que uno quiere, aun de vez en cuando recuerdo a la primer chica que conocí por quien empecé a sentir esta ansiedad, y que no he visto mas desde entonces, pero confió en que algún día me vuelva a cruzar con ella en el camino.

Por el momento estoy más tranquilo, también pensé en que ya no he ido al parque a disfrutar de la tranquilidad que siempre buscaba en él, mi nuevo trabajo tiene una ruta distinta al anterior, a la salida paso por Andrea y nos vamos directo a casa, tal vez mañana vaya, le comentare para que me acompañe y estemos un rato en calma, sin tanto ajetreo de la ciudad. Durante el transcurso del día estuve viendo el cuerpo de Sofía, mientras Don Pedro la limpiaba y la  examinaba para comprobar que no estuviera en mal estado, me sentí celoso de que él la tocara y observara a detalle cada zona de su cuerpo, yo quería hacerlo, solo me quedé viendo como él hacia ese chequeo, sin poder hacer más de lo que me había puesto a hacer, limpiar los recipientes de contención de líquidos, verificar el horno para cremar los cuerpos y barrer, no es algo complicado de hacer, pero tampoco es algo muy atractivo para mí, como lo que hizo Don Pedro durante ese rato.

Al terminar el día, salí a caminar y tome dirección hacia el trabajo de Andrea para esperarla a la salida, mientras caminaba me tope con un sujeto de aspecto algo extraño, parecía estar nervioso, eufórico y algo temeroso, el venia caminado de frente y hubo un momento, cuando estábamos a unos cuantos metros de distancia, en que pude percatarme de que tenia puesta su mirada sobre mí, fija y con una frialdad, que me recorrió un escalofrió por toda la espalda, pero seguí avanzando sin detener el paso, en unos instantes nuestras miradas se entrelazaron como si hubiera un desafío para imponer la presencia de uno sobre el otro, pero cuando estábamos a unos dos metros de distancia aproximadamente, el introdujo su mano en su chaqueta como buscando algo en su bolsillo, por unos instantes creí que sacaría un arma, un cuchillo o una pistola y terminaría de regreso en la funeraria como uno más de sus habitantes sin vida, y Don Pedro me daría el mismo tratamiento que a los demás cadáveres, pero de pronto noté un cambio en su mirada, esta se había suavizado, de pronto cambio a un tono de asombro como si él hubiera descubierto algo en mi, retiró su manos del interior de su chaqueta y en ese mismo instantes dimos un paso en el cual, quedamos uno del lado contario del otro, aunque solo fueron unos segundo pude sentir una extraña sensación sobre ese sujeto, como si pudiera sentir una presencia más junto a él, sentí como si ese instante hubiese durado un par de segundo más y ese paso que dimos lo hubiéramos hecho en cámara lenta, sin dejar de mirarnos hasta quedar totalmente de espaldas uno del otro, el siguió su camino como si nada hubiera pasado sin mirar hacia atrás, yo por mi parte no dejaba de sentir el escalofrió que me provoco aquel hombre y no pude evitar detenerme y voltear a verlo, mientras él se alejaba y desaparecía entre la oscuridad de la noche que se hacía más densa.

Es la primera vez que siento un temor realmente inmenso, estaba seguro de que había llegado mi hora, pero él se arrepintió en el último momento por una extraña razón y me dejo vivir…

No tengo la mas mínima idea de quién pudo haber sido ese sujeto, ni porque se comportó de esa manera, solo sé que sigo vivo y debo seguir así, en verdad la vida está llena de misterios que a lo largo del tiempo siguen sin explicación coherente o lógica. Al llegar al trabajo de Andrea, ella estaba saliendo del edificio, me saludo y notó que mi rostro mostraba una expresión de asombro y algo de miedo, además de que mis manos estaban temblando leventemente, ella me pregunto lo que me sucedía, yo le conté mi experiencia en la calle y ella se mostró muy sorprendida por lo sucedido, me comento que parecía que viví una escena de una película de suspenso, yo estoy de acuerdo con ella, ya que la situación fue como sacada de una película de ese tipo, el escenario estaba dado a la perfección para que se cometiera el crimen, la calle estaba solitaria, las luces apenas alumbraban y la oscuridad de la noche se hacía más intensa, todo encajaba perfecto para que el asesino cobrara la vida de su siguiente víctima.

Llegamos a casa de Andrea, ella me invito a cenar, cenamos y nos sentamos un rato a platicar, le conté más a detalle cómo se suscitaron las cosas, y ella me volvió a decir el comentario de la escena de película de suspenso, de alguna manera sentí algo más que solo miedo por ese sujeto, también pude sentir algo dentro de mí, como si él y yo compartiéramos algo en común, quizá esto parezca muy alocado, pero en su mirada pude ver una sombra, como si él estuviera muy cerca de la muerte, pero no por el hecho de que fuese a morir, sino porque parece que ese tipo ha estado en cercanía a la muerte, la ha visto, ha sentido su presencia, en fin, como si él ya haya tenido contacto con la muerte misma, trataré de olvidar lo ocurrido esta noche, por el momento he pensado que lo mejor será resignarme a estar con Sofía, pero empezar a ver otras oportunidades, al fin y al cabo, en ese lugar llegan cadáveres seguido.

Ya es algo tarde, así que dejare la redacción por el momento, de ratos también viene a mí el pensamiento de si Andrea llegara a leer este diario, creo que eso sería lo más desastroso que me podría pasar, no solo porque se descubriría mi secreto, también porque podría perder a mi querida Andrea y quizá nunca volvería a estar con ningún cadáver de nuevo. Eso me produce algo de preocupación, pero confiaré en que este diario se mantendrá alejado de miradas curiosas, y nadie leerá jamás estas líneas, así mi secreto se irá conmigo hasta la tumba.

Nadie debe saber que soy un necrófilo…



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