Mientras estaba en el
trabajo estuve pensando en que no habrá oportunidad de estar con el cadáver de
aquella joven de nombre Sofía, pues ya mañana será cremada y junto con ella,
mis posibilidades de volver a disfrutar del placer del cuerpo inmóvil y sin
vida de una persona, al menos eso creí hasta que reflexione el hecho de estar
en una funeraria, con varios cadáveres allí. Sin embargo yo quería estar con
Sofía antes de no volverla a ver, pero en fin, no siempre se pueden realizar
todas las cosas que uno quiere, aun de vez en cuando recuerdo a la primer chica
que conocí por quien empecé a sentir esta ansiedad, y que no he visto mas desde
entonces, pero confió en que algún día me vuelva a cruzar con ella en el camino.
Por el momento estoy
más tranquilo, también pensé en que ya no he ido al parque a disfrutar de la
tranquilidad que siempre buscaba en él, mi nuevo trabajo tiene una ruta
distinta al anterior, a la salida paso por Andrea y nos vamos directo a casa,
tal vez mañana vaya, le comentare para que me acompañe y estemos un rato en
calma, sin tanto ajetreo de la ciudad. Durante el transcurso del día estuve
viendo el cuerpo de Sofía, mientras Don Pedro la limpiaba y la examinaba para comprobar que no estuviera en
mal estado, me sentí celoso de que él la tocara y observara a detalle cada zona
de su cuerpo, yo quería hacerlo, solo me quedé viendo como él hacia ese
chequeo, sin poder hacer más de lo que me había puesto a hacer,
limpiar los recipientes de contención de líquidos, verificar el horno para
cremar los cuerpos y barrer, no es algo complicado de hacer, pero tampoco es
algo muy atractivo para mí, como lo que hizo Don Pedro durante ese rato.
Al terminar el día,
salí a caminar y tome dirección hacia el trabajo de Andrea para esperarla a la
salida, mientras caminaba me tope con un sujeto de aspecto algo extraño,
parecía estar nervioso, eufórico y algo temeroso, el venia caminado de frente y
hubo un momento, cuando estábamos a unos cuantos metros de distancia, en que
pude percatarme de que tenia puesta su mirada sobre mí, fija y con una
frialdad, que me recorrió un escalofrió por toda la espalda, pero seguí
avanzando sin detener el paso, en unos instantes nuestras miradas se
entrelazaron como si hubiera un desafío para imponer la presencia de uno sobre
el otro, pero cuando estábamos a unos dos metros de distancia aproximadamente,
el introdujo su mano en su chaqueta como buscando algo en su bolsillo, por unos
instantes creí que sacaría un arma, un cuchillo o una pistola y terminaría de
regreso en la funeraria como uno más de sus habitantes sin vida, y Don Pedro me
daría el mismo tratamiento que a los demás cadáveres, pero de pronto noté un
cambio en su mirada, esta se había suavizado, de pronto cambio a un tono de
asombro como si él hubiera descubierto algo en mi, retiró su manos del interior
de su chaqueta y en ese mismo instantes dimos un paso en el cual, quedamos uno
del lado contario del otro, aunque solo fueron unos segundo pude sentir una
extraña sensación sobre ese sujeto, como si pudiera sentir una presencia más
junto a él, sentí como si ese instante hubiese durado un par de segundo más y
ese paso que dimos lo hubiéramos hecho en cámara lenta, sin dejar de mirarnos
hasta quedar totalmente de espaldas uno del otro, el siguió su camino como si
nada hubiera pasado sin mirar hacia atrás, yo por mi parte no dejaba de sentir
el escalofrió que me provoco aquel hombre y no pude evitar detenerme y voltear
a verlo, mientras él se alejaba y desaparecía entre la oscuridad de la noche
que se hacía más densa.
Es la primera vez que
siento un temor realmente inmenso, estaba seguro de que había llegado mi hora,
pero él se arrepintió en el último momento por una extraña razón y me dejo
vivir…
No tengo la mas mínima
idea de quién pudo haber sido ese sujeto, ni porque se comportó de esa manera,
solo sé que sigo vivo y debo seguir así, en verdad la vida está llena de
misterios que a lo largo del tiempo siguen sin explicación coherente o lógica. Al
llegar al trabajo de Andrea, ella estaba saliendo del edificio, me saludo y
notó que mi rostro mostraba una expresión de asombro y algo de miedo, además de
que mis manos estaban temblando leventemente, ella me pregunto lo que me sucedía,
yo le conté mi experiencia en la calle y ella se mostró muy sorprendida por lo
sucedido, me comento que parecía que viví una escena de una película de
suspenso, yo estoy de acuerdo con ella, ya que la situación fue como sacada de
una película de ese tipo, el escenario estaba dado a la perfección para que se cometiera
el crimen, la calle estaba solitaria, las luces apenas alumbraban y la
oscuridad de la noche se hacía más intensa, todo encajaba perfecto para que el
asesino cobrara la vida de su siguiente víctima.
Llegamos a casa de
Andrea, ella me invito a cenar, cenamos y nos sentamos un rato a platicar,
le conté más a detalle cómo se suscitaron las cosas, y ella me volvió a decir
el comentario de la escena de película de suspenso, de alguna manera sentí algo
más que solo miedo por ese sujeto, también pude sentir algo dentro de mí, como
si él y yo compartiéramos algo en común, quizá esto parezca muy alocado, pero
en su mirada pude ver una sombra, como si él estuviera muy cerca de la muerte,
pero no por el hecho de que fuese a morir, sino porque parece que ese tipo ha
estado en cercanía a la muerte, la ha visto, ha sentido su presencia, en fin,
como si él ya haya tenido contacto con la muerte misma, trataré de olvidar lo
ocurrido esta noche, por el momento he pensado que lo mejor será resignarme a
estar con Sofía, pero empezar a ver otras oportunidades, al fin y al cabo, en
ese lugar llegan cadáveres seguido.
Ya es algo tarde, así
que dejare la redacción por el momento, de ratos también viene a mí el
pensamiento de si Andrea llegara a leer este diario, creo que eso sería lo más desastroso
que me podría pasar, no solo porque se descubriría mi secreto, también porque podría
perder a mi querida Andrea y quizá nunca volvería a estar con ningún cadáver de
nuevo. Eso me produce algo de preocupación, pero confiaré en que este diario se
mantendrá alejado de miradas curiosas, y nadie leerá jamás estas líneas, así
mi secreto se irá conmigo hasta la tumba.
Nadie debe saber que
soy un necrófilo…
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