Hoy me desperté muy feliz, estando con Andrea junto a mí, abrazándome y con su bella sonrisa que me cautiva, el fin de semana lo pase con ella, durmiendo en su casa y paseando juntos, esta mañana nos levantamos para ir a trabajar, camine con Andrea hasta la caseta de espera, para que tomara el camión que la lleva al trabajo, yo iba haciéndole algunas bromas y travesuras, entre eso también la besaba repentinamente, ella reía mientras caminaba conmigo abrazada de mi brazo derecho y regresándome los besos que yo le daba. Espere a que Andrea tomara su camión y me dirigí sin demora alguna a mi nuevo empleo, la sensación de confort al estar en compañía de un cadáver a solas, es algo que no puedo evitar, llegue y salude a mi jefe de nombre Pedro, al principio siempre que le hablaba decía ”Señor” antes de su nombre, pero él me mostró ser totalmente amigable, a diferencia de cómo creí que era cuando lo conocí, el me dijo que me refiriera a él como lo hace todo aquel que lo conoce, en lugar de usar la palabra “Señor” usara la palabra “Don”, eso me pareció bien y desde entonces me refiero a él como "Don Pedro".
Otro día laboral inicio
y por ratos la necesidad de ver el cadáver de aquella chica venia a mi mente,
pero claro, no puedo hacer nada con Don Pedro conmigo, tendría que esperar una
oportunidad de estar a solas, claro si es que pudiera suceder, la chica será
cremada dentro de tres día, tengo la esperanza de poder tener un momento de
soledad con su cuerpo, antes de despedirme de ella para siempre, al parecer la
joven, de nombre Sofía Molina Sotelo, murió de un paro cardiaco debido al
consumo de sustancias toxicas, estuve leyendo el expediente que tenia de ella
Don Pedro en el archivero donde guarda toda la documentación de cada persona
que llega a la funeraria, ya que también tiene la función de morgue para
almacenar los cuerpos que no han sido reconocidos o que se mantienen en
cuidados hasta su cremación.
Cuando leí la
información de la chica sentí algo de pena por su situación, quizá tenía
problemas en la universidad, problemas familiares o quizá solo fue víctima de
su misma curiosidad, creo que un destino así no debería suceder a esa edad,
pero al final de cuentas, la muerte no hace distinción entre la personas, ya
sean jóvenes o viejas, ricas o pobres, buenas o malas, la muerte siempre llega
cuando menos se espera, recuerdo haber leído un poema referente al amor que un
hombre sentía por la muerte misma, pues aseguraba verla cada vez que alguien
fallecía, puedo entender un poco a ese sujeto, yo haría lo que sea por poder
estar con Andrea.
Sea como sea, ese poema
no fue escrito por un poeta famoso o en proceso de conseguir la fama, fue
escrito por un hombre que se volvió un asesino serial, creo que el poema se
llamaba algo así como “Permíteme estar contigo” o “Permíteme hacerte el amor”,
es curioso, pero creo que mi situación ha tenido una pequeña similitud con lo
que él hizo, no recuerdo toda la historia, solo algo respecto a que el
desapareció sin dejar rastro, algunos tenían la loca teoría de que la muerte
finalmente había accedido a estar con él y se lo había llevado consigo, en fin,
yo me olvide de esas cosas y seguí trabajando, Don Pedro me enseño a preparar
el liquido para embalsamar cuerpos, limpiar los féretros y me asigno algunas tareas
de mantenimiento, aun no he estado en contacto con algún cadáver, pero no tengo
prisa por eso, apenas es mi segundo día.
Al terminar el día, fui
de camino hacia la estación del tren o como comúnmente se le llama “el metro”;
ahora debo tomarlo, ya que mi nuevo trabajo no me queda tan cerca como el
anterior, no me importa hacerlo, de vez en cuando lo tomaba para viajar, como
cuando lo hice y conocí a mis últimas víctimas. Saque mi teléfono del bolsillo
de mi pantalón y llamé a Andrea para saber si ya estaba en su casa, me contestó
y me comentó que aun seguía en el trabajo, se había presentado una auditoria en
la empresa y estaban organizando papeles y revisando expedientes, le pedí que
me avisara cuando estuviera libre para pasar por ella a su trabajo, ella me
dijo con tono de risa que sí, es la primera vez que paso por ella a su trabajo,
así que decidí comprarle un ramo de rosas rojas para tratar de animarla si salía
estresada y cansada por el duro trabajo, estuve caminando un rato por algunas
partes cerca de la empresa donde ella trabaja y cuando terminó me mando un
mensaje para avisarme que tardaría un aproximado de 20 minutos en salir a la
calle, le comenté que la estaría esperando.
Al llegar a la empresa,
me senté en una banca que se encuentra a unos 3 metros de distancia del edificio, espere, y
por fin, ella salió, cuando la vi le hice una seña con la mano para que me
viera, ella sonrió al igual que yo, pero mi sonrisa se borró de inmediato, pues
junto a ella venían sus compañeras de trabajo, las mismas que habían ido al
cumpleaños de Andrea, no fue eso lo que me borró la sonrisa, sino el hecho de
que aquella chica que se me había acercado venía también, y a lo lejos pude
notar que me hizo una gesto de coqueteo, me sentí algo incomodo y decidí
ignorar su gesto.
Andrea y sus compañeras
llegaron hasta mí y me saludaron, la ultima en hacerlo fue aquella chica, y cuando
se acerco para saludarme como las demás con un beso en el cachete, ella hizo un
movimiento con la intensión de darme el beso lo más cerca de los labios, yo trate
de evitarlo sin ser tan vistoso, entonces le pregunte a Andrea si ya no podíamos
retirar, ella dijo que si y no despedimos de sus compañeras, pude notar que aquella
chica no tenía conocimiento de que Andrea y yo ya teníamos una relación, pues
en su rostro se formo una expresión de molestia e incomodidad cuando le di un
beso a Andrea en los labios, después de eso se despidió de forma seca y se dio
la vuelta para caminar en dirección hacia la acera y hacerle señas a un taxi
que venía pasando, el taxista se detuvo y ella les pregunto casi como regaño a
las demás si no pensaban subirse también, las otras chicas se despidieron diciendo
en broma que su mamá las estaba apurando, Andrea y yo reímos y nos despedimos
de ellas, yo hice señas a otro taxi para que se detuviera, me subí con Andrea y
nos fuimos a su casa, al llegar le pregunté a Andrea si aun no les había comentados
a sus amigas sobre nuestras relación, ella me contesto que si lo había hecho,
pero la otra chica no estaba presente cuando lo hizo, y creyó que las demás le dirían.
Le comenté lo sucedido
antes de regresar, ya que no es mi intensión ocultarle las cosas a ella, al
menos no las que no tienen que ver con mi enfermedad…
Andrea se molestó un
poco por eso y me dijo que le reclamaría a la chica mañana, yo le dije que no
tenia caso, que no tomara en cuenta eso, ya que si lo hacía le demostraría a
aquella mujer lo fácil que puedes ser provocada y no me gustaría que ella
comenzara a burlarse, y le prometí que yo tomaría más distancia con esa
chica si volvía a intentar hacer alguna cosa como esa, Andrea me dio la razón y
me pidió que si algún día yo llegara a sentir algo por alguien más, le dijera,
porque a ella no le gustaría que yo la engañara, yo le conteste que así lo haría,
y le recordé aquel comentario que le había hecho con respecto a que no soy alguien
que le gusta andar con esa clase de cosas, y le pedí que a ella que también me
dijera siempre la verdad acerca de lo que siente y si alguien mas llegaba a su
vida, Andrea asintió con la cabeza y después me abrazo, espere a que se
durmiera y regrese a casa, hoy fue un día agotador pero bueno, por ahora dormiré.
Espero mañana poder
tener algún chance de quedarme a sola con la bella Sofía…
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