Jueves 08 de Agosto

Hace tiempo que no escribo lo que he vivido, creo que es momento de plasmar los acontecimientos que he pasado en los últimos días. Primeramente he investigado más a fondo el asunto de la necrofilia, he descubierto que un necrófilo no solo experimenta el deseo por el cadáver del género opuesto, sino también del mismo género y esta enfermedad no hace distinción de edades. Un necrófilo, siente deseo simplemente con un cadáver sin importar la edad que tenia la persona al fallecer, niño o adulto, ni el género, hombre o mujer, solo tiene el deseo y la necesidad de experimentar el placer con el cadáver de dicha persona.

Hasta ahora no he sentido esa atracción tan intensa como para pensar en hacerlo con el cadáver de un hombre o de un niño, creo que es parte de la conciencia contra la enfermedad que aún conservo, y es lo que me mantiene aun cuerdo y sin pensamientos inquietantes y perversos, que me impulsen a buscar el placer en otro cadáver que no sea el de una mujer.

Espero no llegar más lejos con esta parafília…

Hace dos semanas salí a ver a Andrea por que fue su cumpleaños, invito a unos compañeros de trabajo y me pregunto si podía asistir, me dijo que ella quería que fuera, porque me considera una persona muy especial para ella. Al principio dude en asistir porque me sentiría algo incomodo entre desconocidos, pero después pensé, que iría a petición de Andrea y seria para acompañarla en un día especial para ella, ya que era el primer cumpleaños que pasaría fuera de casa y lejos de su familia.

Por la tarde antes de ir a su casa, me di un baño y mientras me arreglaba encendí el televisor y escogí un canal a lazar, estaba el noticiero, escuche algo acerca de un pronóstico de lluvia para la noche, así que pensé en llevar mi paraguas, después escuche una noticia algo inquietante, el presentador informaba de las chicas desaparecidas en los últimos días y mostraron un retrato de todas y cada una de las que yo he tenido. De igual forma se emitió una alerta al público femenino de evitar pasear a solas durante la noche y en lugares poco transitados, pues al parecer, comenzaron a sospechar que alguien o algún grupo de criminales las secuestraba pero no daba aviso a los familiares de las desaparecidas para pedir rescate, y se especulaba que estos criminales las desaparecían y no dejaban rastro alguno de su existencia. Así mismo, se emitió una alerta al público en general para estar precavidos a cualquier información que pudiera ser de utilidad para las autoridades y así, poder encontrar a las chicas y terminar con la ola de crímenes que habían ocurrido.

Por unos momentos me sentí algo nervioso y un tanto preocupado de que alguien pudiera haberme visto con alguna de las chicas al traerlas a casa, pensé y recordé si algún vecino había estado afuera mientras yo llegaba con las chicas. Estuve pensando, hasta el momento estoy seguro de que nadie me ha visto en cada uno de mis actos, aun así decidí no hacer mas acciones como esas por un tiempo, sin importar que tan fuerte sintiera el efecto de la enfermedad sobre mí. Salí de mi casa y me dirigí a casa de Andrea, antes de todo lo que he comentado fui a comprar su regalo, con la esperanza de que fuera de su agrado, llegue y su compañeros de trabajo ya estaban en su casa, yo fui el ultimo en llagar a la reunión, toque el timbre, ella salió, me saludo con su linda forma de ser y me paso a la sala para presentarme a sus compañeros de trabajo.

En total eran tres mujeres y dos hombres quienes fueron a parte de Andrea y de mí, me presento a cada uno y trate de ser lo más simpático para ellos, dos de ellos me preguntaron en que trabajo, le conteste y otros dos me preguntaron si era muy difícil, pues ellos trabajan en el área administrativa, les conteste las dificultades que tiene mi profesión pero que de igual forma cada profesión tiene las suyas, haciendo una broma les comente que yo jamás podría terminar un reporte como el que ellos hacen, ni mucho menos llevar la administración correcta de mi vida, los demás asintieron con risas.

La noche paso y pude hacer una buena convivencia con los compañeros de Andrea e incluso, una de las chicas se me acerco para pedirme que la acompañara a la cocina por una copa limpia, yo accedí y la compaña, una vez dentro ella iba delante de mí y se dio la vuelta repentinamente con una mirada coqueta y algo insinuante, entonces me pregunto si tenía novia, no pude evitar sentir una atracción por ella igual a la de mis anteriores victimas, ya que ella llevaba puesto un vestido ajustado y algo corto, le conteste su pregunta y ella soltó una leve sonrisa, me pregunto si sentía algo por Andrea, porque nuestra amistad y la forma muy unida de ser daba pie a esa idea, le conteste que sentía un cariño muy especial por ella, pero que no estaba seguro si era algo más que amistad, obviamente le mentí en caso de que ella fuera de habladora con lo demás. De pronto hizo un movimiento rápido y un tanto incitante hacia mí, y tomándome de la cabeza se acerco a mi oído, zurrándome que le parecía atractivo y que le gustaría saber que tan intenso soy me dio un beso, en ese momento sentí que la ansiedad volvía y tuve deseos de tener su cuerpo sin vida y hacer el amor toda la noche con ella, pero de golpe recordé que estaba en casa de Andrea y que no tenía que comportarme de esa forma, a pesar de estar solos en la cocina.

Le pedí a la chica que se apartara de mí, pues no quería hacerle daño, que en los últimos días me había vuelto peligroso para las mujeres, como era de esperarse, ella lo tomo como una broma y diciéndome en tono provocativo y misterioso me pregunto si era verdad que era peligroso, yo aun en mis cabales le conteste que si, de pronto escuche la voz de Andrea que me estaba llamando, ya me había tardado unos minutos en la cocina con la chica, le pedí disculpas a la chica y le reitere que no quería lastimarla que mejor se distanciara de mi, ella hizo una mueca de incomodidad y algo incrédula, pues al parecer noto la seriedad de mis palabras reflejada en mi rostro.

Ahora debía calmar mis impulsos…

Al llegar a la sala Andrea me pregunto por su compañera quien salió detrás de mi diciendo en tono de broma que seguía en la fiesta, los chicos comenzaron a hacer relajo, haciendo insinuaciones de que ella y yo estábamos a solas, a lo que ella les siguió la corriente, diciendo que yo era un tanto atrevido en comparación de cómo me mostraba ante ellos. Los demás soltaron una risa, pero Andrea volvió su mirada hacia mí con algo de asombro y desconcierto, yo no pude decir nada solo me quede de pie mientras los demás hacían sus bromas, por un momento tuve la sensación de que las voces de los demás se iban apagando y el lugar se oscurecía dejando solo a Andrea visible frente a mí, como si hubiésemos quedado solos. Paso un rato los compañeros de Andrea se despidieron y aquella chica me guiño el ojo para despedirse, yo solo hice un movimiento con mi mano para despedirme y una sonrisa forzada, me dispuse a retirarme y me despedí de Andrea, pero ella me pidió que me quedara otro poco, me dijo que quería abrir sus regalos y que yo la acompañara mientras lo hacía, así lo hice y entre con ella a su casa, tomo uno de los regalos y lo abrió, después paso con los siguientes, aunque parecía no darles mucha importancia, la note algo seria y no pude evitar preocuparme, le pregunte si todo estaba en orden, si se sentía mal, si le pasaba algo.

Haciendo un movimiento algo brusco bajo ambos brazos como si se hubiera quedado sin energías, suspiro algo hondo y entonces me volteo a ver, cuando ella hizo eso sentí un pequeño escalofrió como si me mirara después de haber hecho algo malo, aunque su cara ya no mostraba seriedad, mostraba algo de confusión y un poco de tristeza, le volví a preguntar si todo estaba bien y entonces ella me pregunto si aquella chica me había gustado, mi reacción fue muy evidente, su pregunta me callo como agua fría ya que, yo esperaba un argumento distinto, entonces ella noto mi sorpresa y dio un pequeño salto en el sillón retrocediendo un poco, pude ver que su rostro se sonrojo y volteo su mirada hacia abajo, entonces reaccione y le pregunte el porqué de su pregunta, ella volteo lentamente y me pidió disculpas, diciendo que no tenia porque entrometerse en mis asuntos ni en mi vida, yo no podía evitar sentirme sorprendido por todo lo que estaba pasando. Andrea volvió a bajar la mirada y suspiro nuevamente, entonces yo le conteste que no había problema alguno porque ella me preguntara cosas sobre mi vida, y en seguida le dije que aquella chica no me había gustado, y que no había sentido algo por ella, le dije que si su pregunta había surgido por los comentarios y bromas de sus compañeros, que no hiciera caso, yo no sentí nada por esa chica, su reacción cambio y repentinamente salto sobre mí y me abrazo, esa si fue una gran sorpresa, ambos quedamos recostados sobre el sillón por el impulso que ella hizo sobre mi cuando me abrazo, entonces le volví a preguntar si estaba bien, no tenía idea de que decirle, preguntarle, ni de qué hacer en ese momento.

Andrea sin soltarme, me dijo cerca del oído que ella se había sentido algo mal de escuchar todos los comentarios de sus compañeros, sobre todo de aquella chica, y más aún porque yo no había desmentido lo que ella dijo, en verdad no puedo creer lo tonto que fui en ese momento, pues fue hasta ese momento que pude entender lo que pasaba, entonces tome valor y abrase a Andrea, la tome por la cintura y ella me apretó mas, entonces le dije que no se preocupara, que yo no soy de esos chicos que le gusta esa clase de amistades, ni tener aventurillas, ella asintió con la cabeza sin levantarse, en ese momento sentí mucha ternura por todo lo que ella había hecho, le di un beso en la cabeza y le dije que no tenia intensión de dejarla sola.

Es curioso pero en ese momento todo pensamiento negativo y perverso se borro de mi mente y me sentí en paz con Andrea entre míos brazos…

Andrea se levanto y quedamos frente a frente, ella sobre mí y recargando su pecho en el mío, me agradeció por ser tan amable y tan lindo con ella, que no sabía que le había ocurrido, me dijo que ella nunca se había sentido así y me pidió disculpas por su comportamiento. Repentinamente sentí una sensación de alegría por saber que ella experimentaba lo mismo que yo, al menos, es lo que imagine en ese momento, con tono de broma le pregunte si se había sentido celosa, y solté una risa traviesa, ella se levanto y se sonrojo negándolo todo con un tono de desafío, le dije que no tenia porque sentirse avergonzada, ella hizo una mueca como si tratara de enfadarse, pero no podía ocultar sus su cara sonrojada, entonces para tranquilizar las cosas le dije, que yo también me hubiera sentido celoso si ella hubiera estado en la misma situación. De pronto, se le quito lo sonrojada y me pregunto si era verdad lo que le decía, yo asentí con la cabeza y le comente que quizá no podría ocultarlo tanto como ella durante la fiesta, ella sonrió y me volvió a abrazar, yo le dije que la quería demasiado, ella me miro con algo de asombro y alegría, y de pronto… me beso.

No pude evitar experimentar una serie de emociones y sensaciones recorriendo mi cuerpo, y le correspondí el beso, la abrase y me di la vuelta para que ella quedara recostada sobre el sillón, de modo que esta vez yo estaba sobre ella, la seguí besando y pase mi brazo debajo de su nuca para que se recargara sobre él, estuvimos así por un buen rato, cuando terminamos el beso, pude sentir el palpitar de su corazón, y ella el mío, ambos estaban acelerados, yo me levante para dejar que ella lo hiciera, me senté en un extremo del sillón y ella se recostó apoyando su cabeza sobre mis piernas. Comencé a acariciar su cabello y le dije, que me sentía feliz de que ella sintiera lo mismo que yo, ella me contesto diciendo que también se sentía feliz de que yo le correspondiera el sentimiento, se levanto y se acomodo de forma que quedo sentada a mi lado y se recargo sobre mi hombre para darme un beso en la mejilla y decirme que yo soy la persona más especial que ha conocido, me comento que siempre que algún hombre se acercaba, era por lo general solo para pasar un buen rato y después olvidarse de ella, por esa razón nunca había estado con alguien en la intimidad, esa noticia me sorprendió bastante, pues ella es de las pocas mujeres que quedan en este mundo, que se entregan no solo pensando con el corazón, sino también con la cabeza.

Después de decirme eso Andrea me pregunto si le parecía algo tonto el hecho de que ella pensara así, pues en los tiempos actuales las chicas pierden la inocencia y se entregan a los placeres del sexo a más temprana edad, yo le conteste que eso era algo bueno, el hecho de que ella pensara así la hacía una mujer muy valiosa, porque ella, que ya es una mujer madura de tan solo 24 años, ha sabido cuidarse y mantenerse pura hasta esa edad. Le dije que ella era una mujer increíble y odiaría verla sufrir por mi causa, ella me abrazo y me dijo estar segura de que yo no le haría daño, que confía en mí y que quiere intentar tener algo más que solo una amista conmigo.

Eso ha sido lo más bello que me hayan dicho en la vida, hasta el momento…



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