Marte 02 de Julio

Me levante para arreglarme e ir a trabajar, mientras caminaba en dirección a la empresa me tope con una hermosa dama, nuevamente esa ansiedad volvió, y debo confesar que sentí una gran euforia que recorrió mi cuerpo. Sentí la necesidad de caminar detrás de ella, sin embargo me detuve y seguí mi camino, no quería ser demasiado llamativo al abordarla, así que continúe hasta llegar al trabajo.

No pude concentrarme ese día en el trabajo…

Al salir de trabajar seguí la misma ruta de regreso a casa esperando toparme de nuevo a la chica de la mañana, pero no tuve suerte y creí que como aquella primera chica que conocí jamás la volvería a ver, pero la cosas se dieron de forma distinta esta vez, pues me volví a encontrar a aquella mujer nuevamente, y para mejorar mi suerte me di cuenta de que vivía a una calles de mi casa, lo sé, porque la vi cuando introducía la llave en la puerta de su casa para entrar. No podía creer la suerte que tenia de estar tan cerca de esa chica, así que decidí que tenía que ser mía, quería tocar, quería besarla, arrancar su ropa y tirarla sobre mi cama para disfrutar del dulce sabor de su cuerpo, un licor tan dulce y embriagante que no me deja pensar en mas que el placer de hacerle el amor.

Llegando a mi casa tome un baño, me arregle lo mejor posible y fui a ver a la chica a su casa, pero al estar a una calle de llegar me detuve y pensé que iba muy precipitado a verla, ni siquiera sabía si vivía con su familia, si era casada o si vivía con alguna amiga, o cualquiera que pudiera sospechar de mis intensiones, así que decidí esperar paciente a que ella saliera de su casa, con la esperanza de que así lo hiciera, me quede escondido en tras un árbol que estaba frente a su casa del otro lado de la calle. Un viejo árbol, lo suficientemente grande y alto, con abundantes hojas, trepe para poder esconderme sin que nadie que pasara me pudiera ver, las ramas eran gruesas y la hojas me cubrían a la perfección, por unos momentos me sentí como un adolecente que espía a la chica que quiere conquistar, como un niño que subió al árbol haciendo travesuras, o teniendo una aventura, eso era… estaba teniendo una aventura observando con cautela la casa de mi siguiente encuentro.

Mi siguiente víctima…

Estuve observando la casa por casi una hora, creí que tendría que permanecer allí hasta el día siguiente o hasta que el cansancio me obligara a regresar a casa, solo quería una oportunidad de verla, saber más sobre ella. Finalmente después de esperar por casi hora y media, la chica salió, sola, completamente sola, al parecer solo ella vivía en esa casa, sin nadie que pudiera esperarla a llegar en la noche.

Baje del árbol lo más rápido que pude de la forma más cautelosa, la seguí hasta un supermercado, entre y la estuve siguiendo de forma sigilosa, tratando de no ser muy obvio en mis acciones, cuando finalizo sus compras, note que llevaba muchas bolsas en sus manos e iba caminando de regreso, esa era mi oportunidad… la alcance y la salude amablemente, preguntándole si necesitaba ayuda, que yo iba en esa dirección, trate de ser lo más simpático posible, no sé cómo pude hacerlo, yo nunca he sido alguien muy carismático con los demás, pero estaba motivado y mi corazón estaba acelerado, palpitando rápidamente y bombeando adrenalina a todo mi cuerpo.

Al principio se noto algo incrédula de mis intenciones, pero al ver mi expresión de amabilidad y la forma más segura de hablar que use, accedió y me pregunto si vivía en esa dirección o solo iba caminando a visitar a algún amigo, le conteste que vivía en esa dirección y le mencione el nombre de la calle en la que está mi casa. Ella se mostro algo asombrada, pero con un semblante de alegría, preguntándome que si era verdad, y que ella vivía unas calles antes de esa, entonces yo actué de la misma manera como si fuera una total sorpresa para mí.

Le pregunte por su dirección, esperando que no sospechara alguna de mis intenciones, pero por el contrario, me la dio y le conteste que entonces me permitiera ayudarle a llevar sus cosas hasta la puerta de su casa, que de ahí yo partiría a la mía, tomando de pretexto el hecho de que su casa quedaba de paso hacia la mía. Se sentí muy bien, pues pude sostener una conversación con ella sin mostrar alguna seña de mis planes, entonces proseguí a preguntarle si vivía sola, debido a que había realizado las compras sola y tenía que cargar con todo. Me contesto que si vivía sola, porque su familia se encontraba en otro estado del país y ella se había venido a trabajar, una sonrisa se formo en mi mente mientras mi rostro mostraba otro semblante. Cuando por fin llegamos a su casa, actué de lo más natural, siguiendo mi actuación, le menciones que le dejaría sus cosas en la puerta y me iría a mi casa, para evitar algún mal entendido con la gente si me veían introducirme p acercarme más a su casa, mi actuación fue buen, pues ella me dijo que no había problema alguno, que no me fijara en lo que pudieran decir los demás, y me ofreció un vaso con agua por haberla ayudado, yo accedí aun fingiendo algo de timidez.

Dentro de su casa, deje las cosas en la cocina como me indicó, me senté en un sillón de su pequeña sala y espere a que ella me llevara el agua, tome un trago y entonces comencé a dejar que mi instinto actuara para conseguir mi objetivo. Le pregunte cuanto tiempo llevaba viviendo en ese lugar, en donde trabajaba y que si no tenía miedo de vivir sola, ella se tomo todo a broma y me contesto todo lo que le pregunte y por ultimo me dijo que de vez en cuando si le daba algo de nervios que alguien intentara entrar a su casa en la noche, y más aún porque había un pequeño problema en la puerta trasera de la casa.

La puerta trasera…

Le pregunte qué problema tenia la puerta y le dije que yo podría ayudarle con eso, quizá ayudarle a raparla aun que obviamente tengo tanta habilidad para reparar como un niño de cinco año de conducir un automóvil. Soltando una risa me dijo a modo de broma que lo diría, pero que no le comentara a nadie, porque eso era un secreto, yo le dije que no se preocupara, que podría confía en mí y que si me lo permitía mañana en la tarde podría ayudarla después del trabajo, ella acepto y me mostro el problema de la puerta, al parecer cerraba pero tenía un pequeño orificio en la cerradura por el cual se podía introducir un pequeño gancho, una rama lo suficientemente delgada, podrían quitar el suegro de la puerta, y abrirla fácilmente, la puerta no rechinaba, ni hacia ruido al abrirse, eso era perfecto.

Le dije que no había problema, que yo podía ayudarle con eso, y que mañana por la tarde la arreglaría, tapando el orificio y acomodando la zona del seguro para la puerta, ella me lo agradeció y agrego que era una persona muy amable, que tuvo mucha suerte de toparse conmigo, hice una pequeña mueca de risa amable y entonces llego el momento de despedirse. Salí de su casa y me dirigí a la mía, era el momento de planear mi maniobra para conseguir mi objetivo, la chica es muy bella y su cuerpo es muy atractivo, ya quiero hacerla mía.

Por el momento no puedo hacer mas, estoy exhausto por el día laboral y estar en ese árbol, caminar con las cosas pesada y dar vueltas como un maniaco por las calles me agoto, por hoy descansare, dormiré y mañana ejecutare mi plan, ya he hecho cálculos y estoy seguro de que todo saldrá bien.

Pronto, muy pronto…